¿Disonancia Cognitiva o Autoengaño?

El ser humano tiene una fuerte necesidad de asegurar que sus creencias, pensamientos, actitudes y conductas sean coherentes entre sí. Sin embargo, cuando existe algún problema o inconsistencia entre éstas, las personas sienten que pierden la armonía, produciéndose un conflicto interno que se intenta evitar a toda costa.

La teoría de la Disonancia Cognitiva fue propuesta por el psicólogo Leon Festinger, para dar explicación a cómo las personas intentan mantener su consistencia interna. Según este autor la Disonancia Cognitiva se produce cuando tenemos pensamientos contrapuestos o contradictorios entre sí que nos produce un malestar psicológico o tensión, y para evitarlo ponemos en marcha mecanismos para hacernos volver a la coherencia y resolver nuestras propias discrepancias.

Estos mecanismos que usamos y que hacen que la tensión o Disonancia Cognitiva disminuyan, pueden verse más claros mediante un ejemplo. El ejemplo clásico cuando se habla de disonancia cognitiva es el de los fumadores.

Todas las personas sabemos las consecuencias negativas que puede provocar la conducta de fumar, llegando incluso a la muerte, sin embargo, ¿Por qué las personas aun sabiendo los efectos perniciosos que causa el tabaco, siguen fumando?

Este suceso se da gracias a la autojustificación o autoengaño producidos por la disonancia cognitiva, es decir, cuando somos conscientes de que hemos tomado una decisión equivocada o de que hemos hecho algo incorrecto se genera en nuestro interior ansiedad o tensión, y, para disminuirla, llegamos a inventar nuevas razones o justificaciones para apoyar nuestra decisión o acto. Las personas somos incapaces de soportar dos ideas contradictorias, por lo tanto, necesitamos justificar esa contradicción con nuevas ideas, aunque éstas lleguen a ser incluso absurdas.

Volviendo al ejemplo del tabaco, podemos encontrar entre los fumadores varias autojustificaciones que consigan disminuir su disonancia cognitiva como: “Para qué voy a dejar de fumar si al final todos vamos a morir”. Las personas no quieren ver u oír cosas que produzcan disonancia entre sus creencias o pensamientos, por ello la gran mayoría de fumadores evitan ver la foto u advertencia que aparece en el paquete de tabaco ya que esto causa un aumento de la tensión que genera el conflicto entre dos ideas: “Quiero mantenerme sano” y “Fumar perjudica mi salud”.

Hay que tener en cuenta que la disonancia cognitiva se produce solamente en los casos en que las personas tienen libertad de decisión, puesto que si hacemos algo de manera obligada que pone en conflicto nuestras creencias no se producirá ansiedad o tensión, ya que actuamos en contra de nuestra voluntad.

Por último, es importante resaltar que no es malo intentar reducir nuestra disonancia cognitiva, ya que lo hacemos para mejorar nuestro bienestar, siempre y cuando seamos conscientes y sepamos cuándo lo estamos haciendo, para evitar de esta forma caer en el autoengaño, la crítica y la mentira.

 

Autor: Jesús García Vélez.