Uno de los problemas más consultados en la práctica clínica es el relacionado con los trastornos del sueño: Las Pesadillas. Esta alteración es una de las más extendidas en las sociedades avanzadas, pero también una de las peores comprendidas. Entre un 10 y un 50% de los niños de 3 a 5 años tiene pesadillas de suficiente intensidad para alertar a los padres. En la población adulta, la prevalencia real no se conoce, pero se estima que alrededor del 50% de los adultos refiere haber tenido pesadillas en alguna ocasión. Las mujeres acuden más a consulta que los hombres por quejas de pesadillas, siendo la prevalencia de 4:1. Aunque se debe tener en cuenta que este dato puede ser fruto de una prevalencia real diferente o una mayor tendencia a consultar dicho problema entre las mujeres.
Dónde clasificamos a las pesadillas
Las pesadillas forman parte de las Parasomnias, es decir, los trastornos que se caracterizan por comportamientos o fenómenos fisiológicos o anormales que tienen lugar coincidiendo con el sueño, con algunas de sus fases específicas o con las transiciones sueño-vigilia.
- Representan la activación de sistemas fisiológicos en momentos inapropiados del ciclo del sueño-vigilia.
- Activan el sistema nervioso vegetativo, el sistema motor o los procesos cognoscitivos.
Cuándo se producen las pesadillas
El sueño nocturno se compone de diferentes ciclos de sueño que se repiten a lo largo de la noche. Las dos etapas más importantes son:
- Sueño lento o NREM, sin movimientos rápidos de los ojos.
- Sueño rápido o REM, con movimientos rápidos de los ojos.
El suelo NREM predomina durante la primera mitad de la noche, y se va atenuando durante la segunda, hasta desaparecer. A continuación, aparece el suelo rápido o REM, representando un 20% del tiempo total del sueño. En esta fase de manera casi exclusiva aparecen las pesadillas.
En qué consisten las pesadillas
La característica esencial de dicho cuadro, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV), es la aparición repetida de sueños terroríficos que despiertan al individuo, pasando éste a un estado totalmente vigil. Las pesadillas toman la forma de un sueño largo y elaborado que provoca una intensa ansiedad o terror.
Contenido de las pesadillas.
Las pesadillas suelen centrarse en amenazas físicas inminentes para el individuo o en otro tipo de amenazas como fracasos personales o situaciones embarazosas. También, pueden aparecer después de haber sufrido una experiencia traumática cuyo contenido puede recrear esa situación original.
El sujeto, una vez despierto, es capaz de relatar la secuencia del sueño o episodio con todo detalle, lo que le diferencia de los Terrores nocturnos.
Situaciones que producen las pesadillas
- Comer justo antes de ir a la cama.
- Ingerir demasiado alcohol o bebidas estimulantes (café, bebidas carbonatadas o energizantes).
- Permanecer sin dormir varias noches.
- Un hecho importante de la vida, como la pérdida de un ser querido o un acontecimiento traumático.
- Vivir situaciones estresantes como discusiones o peleas previas al acostarse.
- Aumento del estrés en el hogar o el trabajo.
- Los pensamientos negativos antes de ir a la cama.
- Fiebre alta.
- La abstinencia al alcohol de forma abrupta.
- Consumo de drogas ilícitas.
- Toma de fármacos nuevos o suspensión de otros, como somníferos o narcóticos.
- Padecer de algún trastorno respiratorio durante el sueño (apnea).
Cuándo consultar con un profesional
- Cuando las pesadillas se dan más de una vez a la semana.
- Si las pesadillas le impiden descansar bien durante la noche y ponerse al día con sus actividades diarias durante un período prolongado.
- Si las pesadillas le producen un malestar significativo o un deterioro laboral o social.
Autor: Jesús García Vélez.