¿Los deportes de siempre o los deportes con riesgos?

Ahora que nos encontramos en pleno verano y hace buen tiempo, nos puede apetecer apartarnos un poco de la rutina y dejar los deportes que solemos practicar normalmente, por algunos deportes menos comunes y que entrañan algo más de riesgo. Un ejemplo de ello puede ser la práctica de Coasteering. Este deporte es una mezcla de actividades que se realizan en torno a un factor común: El disfrute de las costas y los paisajes. Para practicarlo tendremos que controlar el buceo, senderismo, barranquismo, escalada, rápel… Aunque también podemos realizar deportes de riesgos más conocidos como puenting, escalada o salto base.

Las realizaciones de deportes con riesgos encierran, como no, diferentes tipos de peligros en sus prácticas. Sin embargo, la práctica de estos deportes también trae consigo algunas ventajas a nivel psicológico y físico, que resulta necesario conocer y tener en cuenta.

  • Descarga de adrenalina y liberación de estrés: Los deportes de riesgos nos brindan una enorme descarga de energía  y, además de resultar emocionantes (En gran parte por la adrenalina que se libera con su  realización), consiguen elevar el nivel de alerta en el sistema, ejercitan la capacidad de reacción e inducen a un estado de bienestar momentáneo gracias a la liberación conjunta de serotonina y endorfinas que, en equipo, se encargan de provocar sensación de bienestar, felicidad y placer, además de eliminar el estrés.
  • Quema de calorías y tonificación muscular de forma entretenida: Gracias a la liberación masiva de adrenalina que hay en la realización de estos deportes, la quema de calorías y definición corporal se vuelve algo divertido y entretenido, evitando la monotonía y el aburrimiento, cosa que posiblemente pudiera ser diferente en un régimen convencional de ejercicio y que lleva a un pronto abandono de la actividad.
  • Practicar la disciplina: Practicar un deporte ejercita y fomenta la disciplina en la persona. Afianza hábitos, cimenta responsabilidades, resalta la importancia de un compromiso y fomenta la importancia del trabajo bien hecho. Sin embargo, debido a que los deportes con riesgos exigen mayor exactitud en movimientos, conocimientos y condición física, son excelentes motivadores a elevar la disciplina con uno mismo para realizarlos de la mejor manera y con total seguridad. Así, además beneficia ciertos aspectos de la vida laboral y personal.
  • Entrenar con mayor atención a los detalles: Debido a que este tipo de deportes requieren gran precisión, la persona buscará siempre la máxima perfección en cada uno de sus acciones, favoreciendo que este hábito se lleve a cabo en las demás situaciones de la vida cotidiana, como el estudio, el trabajo o la simple relajación en casa.
  • Cumplimiento de logros y metas: Los desafíos cumplidos favorecen el fortalecimiento de la confianza en uno mismo, la autoestima y la asertividad. En el caso de los deportes de riesgo, el haber logrado una meta con un nivel alto de dificultad favorece a seguir buscando más retos personales, tanto laborales y profesionales, como personales y de superación.
  • Superar los miedos: El cumplimiento de metas y objetivos contribuirá a superar miedos y limitaciones de la persona. La sensación de haber desafiado al peligro y haberlo vencido es una motivación para redefinir objetivos, renovar tareas y ver los retos con mayor facilidad.
  • Trabajo en equipo y desarrollo de la confianza: Los deportes de riesgo que se practican en equipo, fomentan en la persona la responsabilidad y compromiso hacia los demás. Así mismo inculcan a confiar en alguien más y su desempeño en actividades de las que dependes directamente. También ayudan a comprender la importancia de los resultados obtenidos en grupo, así como el reconocimiento de lo logrado por uno mismo.
  • Salir de la rutina: Realizar un deporte de riesgo puede ser la solución ideal si la persona que lo realiza busca nuevos horizontes y expandir sus límites.

 Las ventajas mencionadas tienen un punto en común entre ellas: Superar y conseguir logros.

Muchas veces nos vemos atraídos a los deportes de riesgo justamente porque pensamos que nuestra vida ha caído en una rutina considerable, y notamos que estas ventajas o beneficiosos que tienen los deportes extremos nos pueden devolver algo de las ganas por continuar creyendo en algo y querer superar nuevos retos en la vida.

Ahora bien, es cierto que como su propia definición indica, la práctica de deportes de riesgo encierra también peligros que deben tenerse en cuenta tanto antes como durante su realización. Algunos de los riesgos a considerar son:

  • Riesgo de muerte: Los deportes de riesgo llevan implícitos una gran peligrosidad llegando hasta la muerte de la persona que lo practica.
  • Realidad distorsionada: En muchos casos la realidad se distorsiona al querer sobrepasar más límites y comprobar la valentía personal de cada uno.
  • Equivocación de superioridad: Muchos deportistas de deportes de riesgo adquieren una actitud de superioridad por haber pasado esa prueba frente a los que no han sido capaces.
  • Seguridad emocional y física: Antes de llevar a cabo cualquier actividad de riesgo es necesario que la persona se encuentre preparada para realizarla tanto física como mentalmente.

 

Autor: Jesús García Vélez.