La palabra ANUPTAFOBIA, de entrada, puede que no nos suene ni sepamos a qué se refiere, pero si decimos que consiste en un miedo irracional a no tener pareja o quedarse solo, nos va sonando un poco más. Pese a que la sociedad va cambiando con el paso de los años, y las relaciones sociales y de pareja en los últimos tiempos se caracterizan por ser menos duraderas, el miedo a estar solo perdura sin cambio alguno. Esta fobia se da tanto en mujeres como en hombres y es más frecuente en personas que rondan los 30 ó 40 años, en quienes es más llamativo.
Las personas que sufren este problema basan su miedo en la soledad y por ello necesitan depender de alguien. Estas personas necesitan estar siempre en pareja, ya que están obsesionadas con la idea de tener a alguien que no les haga sentirse solos, por ello buscan de un modo desesperado el tenerla, e incluso cuando la tienen, sufren de una forma irracional el temor a perderla y volver a estar solo. Así no es de extrañar encontrar personas que encadenan relación tras relación en muy poco tiempo, e incluso son capaces de mantener relaciones tóxicas por ese miedo a la soledad.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es lo mismo el deseo de tener pareja que la anuptafobia. En el primer caso las personas no tienen miedo a estar solas y pueden desear tener pareja, pero el no tenerla no es un problema para ellas, por lo tanto, no les crea malestar, de manera que no les impide disfrutar de su vida y de su situación. En el segundo caso, aparece este miedo irracional y persistente a la soledad, que produce angustia y crea malestar en todos los aspectos de la vida. De esta manera la persona es incapaz de estar bien si no tiene pareja, ya que lo toma como una necesidad.
5 consejos para afrontar y superar la Anuptafobia:
- Reconocer que existe este miedo y querer solucionarlo. Plantear las consecuencias que nos acarrea este miedo, cómo nos impide hacer nuestro día a día y el sufrimiento que conlleva.
- Trabajar y reforzar la autoestima. Cuanto más satisfecha esté la persona consigo misma y con su vida, menos necesidad sentirá de tener pareja y, cuando la tenga, la elección será de manera propia, con la persona que elija compartir su vida.
- Dejar a un lado la idea de que para ser feliz es necesario tener pareja. Hay que considerar diferentes formas de estar en la vida y ver las ventajas de no tener pareja. Aprovechar esta etapa para conocerse más a uno mismo, mejorar y cultivar otras facetas de la vida.
- Aprender a estar solo y desarrollar la capacidad de disfrutar de cada etapa y circunstancia.
- Rodearte de personas positivas que te hagan sentir bien y te valoren. Estar en pareja sólo como una decisión madura, siendo una elección propia y libre, no por necesidad o dependencia.
Autor: Jesús García Vélez.