Esta semana en consulta me he encontrado con un caso que me ha llamado mucho la atención, y es que un menor de 4 años me ha expresado su miedo o fobia a viajar en avión. Sus padres tienen planeado un viaje en el cual necesitan tomar un vuelo para llegar y posteriormente regresar a su destino. El menor al ser informado de esta buena noticia sorprendió a sus padres con la negativa rotunda a viajar, ya que esto le produce mucho miedo.
He de decir que las fobias no son exclusivas de los adultos, y en este caso el miedo a volar tampoco, pero sí que llama la atención que se de en niños, ya que no es muy común que por sí solos experimenten este tipo de miedo.
Entonces, teniendo esto último en cuenta nos podemos preguntar, ¿De dónde surge este miedo? Lo más habitual en estos casos es que la angustia o el miedo en sí, sea transmitido de manera directa por algún adulto, siendo más normal por los padres, y en otras ocasiones también puede darse de una manera más involuntaria. En el caso de los padres, los niños son capaces de sentir la tensión que éstos experimentan ante cualquier situación que les genere miedo, aunque traten de disimularlo, los niños pueden percibirlo.
Ante esta situación he elaborado unos consejos que pueden ayudar a los padres que tienen miedo a volar a no transmitirlo a sus hijos y controlar el miedo que puedan sentir los más peques y puedan disfrutar del viaje.
- Anticipar la situación: Hablar sobre el viaje y el lugar al que se va a ir, normalizando la situación y rebajando la tensión.
- Leer libros de cuento o ver películas relacionadas con su miedo: En el caso del miedo a volar recomiendo la película de Disney, Aviones.
- Mantener a los más peques entretenidos: Dentro de los objetos que pueden llevarse dentro de un avión, intentar que éstos sean sus preferidos y con los que se sientan más seguros y a gusto.
- Transmitir seguridad: Si también los padres tienen miedo al avión, intentar mantener en todo caso la calma y no transmitir nerviosismo e inseguridad al pequeño.
- Elegir el asiento: Dejar dentro de las posibilidades que elijan su asiento, pero lo ideal sería que fuesen sentados entre los padres.
- No magnificar las reacciones: Si llora en el avión o en el aeropuerto, no ponerse nervioso y manejar la situación con la mayor tranquilidad posible. Hacer oídos sordos a los comentarios de los demás pasajeros.
Autor: Jesús García Vélez.